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El rey pálido, de David Foster Wallace (y VI)

Cap. 39 (8 páginas) En la acumulación de datos que Sylvanshine a recopilado espontáneamente hasta la saturación con anterioridad a su llegada al CRE de Peoria, hay un dato que no pertenece a DeWitt Glenndening, sino a Leonard Stecyk que asume tanto su trabajo como el de su superior. Un pulgar cercenado. Ya vimos en el capítulo 5 como Stecyk era odiado por todo el mundo en el instituto. Sin embargo “es posible que el incidente del pulgar cercenado no cambiara tanto el carácter de Leonard Stecyk ni le diera forma en tanta medida, sino que más bien alterara la perspectiva que él tenía del mismo (si es que tenía alguna), además de las percepciones que tenían los demás de él

Cap 40 (1 página) Cusk en el psiquiatra cuenta cajas de kleenex y enumera sus fobias.

Cap. 41 (1 página) Conversación ¿?

Cap. 42 (5 páginas) Conversación. ¿De nuevo en la furgoneta de vigilancia? Gaines y Colorado Todd y su incidente universitario con metanfetaminas. Referentes culturales antiguos que se pueden resumir en nostalgia. “No es nostalgia. Es toda una serie de referencias que vosotros ni siquiera sabéis que no tenéis

Cap. 43 (6 páginas) Un atentado terrorista en otro CRE altera la monotonía. En la sala de la cafetera Glendenning, Gene Rosebury y Meredith Rand hablan sobre el suceso, mientras otros miembros de la agencia les escuchan. Entre ellos el narrador, que imagina: “Yo entraba y me hacía un café y me acercaba a él, él me llamaba Dave y yo le llamaba DeWitt o incluso D.G.” (…) “D.G. me escuchaba con atención y respeto” Para Dave, Glendenning es un buen jefe y administrador, de ahí su fantasía. Pero una consideración que separa completamente a David Wallace narrador de El rey pálido de David Wallace, autor de El rey pálido, es que este Dave es un lameculos insoportable.

Cap. 44 (1 página) El chico del carrito narrando en primera persona. ¿Dave, narrador de El rey pálido, además de un pelota, es simplemente el chico del carrito y quiere hacernos creer otra cosa?
Por qué puedo hacer esta pregunta. Sencillamente porque este breve capítulo contiene lo que podríamos llamar “El mensaje del autor”:
La clave burocrática subyacente es la capacidad de soportar el aburrimiento. Para operar con eficiencia en un entorno que descarta todo lo que es vital y humano. Para respirar, por así decirlo, sin aire.
La clave es la capacidad, ya sea innata o condicionada, para encontrar el otro lado del trabajo de a pie, de lo nimio, de lo que no tiene sentido, de lo repetitivo y de lo absurdamente complejo. Para ser, en pocas palabras, inmune al aburrimiento. (…)
Es la clave de la vida moderna. Si eres inmune al aburrimiento no hay literalmente nada que no puedas conseguir
Cap. 45 (4 páginas) Enlaza directamente con el capítulo 8 y narra la muerte de la madre de Toni Ware a manos del hombre al que dejó abandonado en la gasolinera. Toni le contó a Ex el incidente, y como fingió estar muerta bajo el cuerpo de su madre tras el accidente con la sangre de ella goteándole por la garganta, con los ojos abiertos, mientras el hombre remataba a su madre asfixiándola.
David Wallace u otra persona había comentado que Toni Ware resultaba siniestra porque (…) daba la impresión de que te estaba mirando los ojos en lugar de mirarte a los ojos

Cap. 46 (63 páginas) El otro gran tour de force incluido en la novela. Viernes por la tarde. Reunión de empleados para tomar cócteles en el Meibeyer’s. Varios empleados de la agencia, la mayoría solteros. Beth Rath trae a la “legendariamente atractiva pero no universalmente popular Meredith Rand”, casada. Mientras el resto de empleados se divierte en el local, Rand conversa con Shane “Ex” Drinion. “Durante las últimas cuatro semanas, la verdad es que solamente Shane Drinion ha parecido impertérrito ante la presencia de una mujer tan terriblemente atractiva
El capítulo es una especie de duelo narrativo entre los dos personajes, ella, esperando a que su marido pase a recogerla, lanzando una contradictoria serie de mensajes que explican por qué él debe sentirse atraído hacia ella y por qué no, mientras Drinion responde desconcertantemente en un tono analítico y monacal, prestando toda su atención con las consecuencias que ello acarrea.
Ejemplo:

“- Muy bien, voy a seguirte el jueguecito - dice Meredith Rand -. ¿Te parezco guapa?
- Sí.
- ¿Te resulto atractiva?
- …
- ¿Sí o no?
- Esa pregunta me parece confusa. La he oído en películas y la he leído en libros. Está formulada de forma extraña. Parece preguntar una opinión objetiva sobre si la persona con la que estás hablando te describiría como atractiva. Por el contexto en que suele aparecer, sin embargo, casi siempre parece ser una forma de preguntar si la persona con la que estás hablando se siente sexualmente atraída por ti.
(…)
- Hay algo fatigoso en ti- observa Rand -. En hablar contigo. (…) Es como si fueras al mismo tiempo interesante y muy aburrido”

El comportamiento de Drinion, que podría calificarse de monacal y asexual, le hacen semejar una especie de androide asimilando emociones humanas. Pero “monacal”, por el carácter místico del concepto, es lo que mejor le define. Sin embargo, siendo un interlocutor tan extraño, la actitud de Drinion consigue que Rand le cuente la historia de su matrimonio. Tal vez con la intención de obtener por parte de Drinion un examen analítico y frío, sin consideraciones emocionales que eviten ofenderla, de los motivos de los tormentosos orígenes de la relación con su marido y en que ha devenido su matrimonio.
Lo que Wallace desarrolla en este capítulo es una interesante narración con restricciones. No se trata de contar una historia, sino de hacerlo de determinada manera, Rand, anticipándose a las posibles reacciones del interlocutor, Drinion, poniendo objeciones y señalando los puntos criticables y proporcionando respuestas imprevisibles y desconcertantes, pues su análisis se establece prácticamente ignorando las convenciones sociales y sin elaborar ningún tipo de juicio.
Por otra parte la historia de Rand es intensamente patética.
Drinion levita.
Lo diré otra vez: Drinion levita.
Es fascinante

Cap. 47 (7 páginas) Los extraños métodos de Toni Ware. Un moco.

Cap 48 (10 páginas) Interrogatorio a que someten dos agentes de Chicago a Glendenning tras los incidentes en el picnic anual de Examen. DeWitt todavía está bajo los efectos alucinatorios de lo que sea que ha causado la intoxicación colectiva en el picnic que ha llevado a todos los participantes, los agentes y sus familias al paroxismo mental y al desenfreno sexual.

Cap 49 (10 páginas) Sylvanshine y Reynolds someten a una prueba a Fogle para determinar si éste es o no, un pelota lameculos, antes de que entre a entrevistarse con Lehr, que ocupa junto al niño terrible que todos deben tratar como si no estuviese allí, el despacho de Glendenning. La prueba es superada pero la paradoja es excesiva para Fogle.

Cap 50 (2 páginas) En un despacho. Sobre la dificultad de relajarse cuando alguien nos pide que lo hagamos.


FIN

Los textos entrecomillados de la traducción de Javier Calvo para Mondadori


No quiero alargar esta crónica mucho más. Ya he comentado brevemente la homogeneidad de los diálogos de Wallace. Después de haber leído Gótico carpintero es inevitable la comparación. Mientras Gaddis crea personajes a través de sus diálogos, Wallace debe caracterizar a los suyos con elementos externos antes de hacerlos hablar uniformemente repitiendo los mismos esquemas e idénticas construcciones de frases. ¿Es ese el gran defecto de Wallace? Es posible. Pero desde otra perspectiva, esa también es una de las características de su estilo. Nadie nos dijo nunca, y si alguien lo hizo estaba equivocado, que los diálogos debían plasmar la realidad del habla. La literatura no tiene nada que ver con la realidad y otras cosas por el estilo que se suelen decir en estos casos. Pero es cierto que en ocasiones los diálogos de Wallace resultan forzados y retorcidos.

Al parecer la edición en bolsillo en Estados Unidos incluirá tres fragmentos nuevos. Esperemos que las traduzcan pronto (aunque no sea oficialmente).
Sea como sea, la novela ha terminado (en la medida en que puede terminar lo inacabado) y lo que nos deja son las posibilidades narrativas que el texto truncado parece prometer. En una de las notas recopiladas al final Wallace plantea como tema a desarrollar el de examinadores humanos contra máquinas. Sylvanshine debe reclutar a un equipo de examinadores capaz de superar a las máquinas, capaces de una intensa concentración en su trabajo. Stecyk tiene la clave, quizás inconscientemente, pero todo apunta a la creación de un equipo de examinadores mutantes con superpoderes: Sylvanshine, médium de datos, Fogle, que no es irrelevante cuando no habla de sí mismo, Stecyk y su capacidad para contar mientras hace otras cosas, Ware, hiperviolenta y con la capacidad de detectar los fraudes, Lane Dean Jr. y sus contactos con los fantasmas, David Wallace desaparecido dentro del sistema, Cust, el hombre que suda…
Se acabó, se acabó, se acabó. No hay más.

1 comentario:

Lourdes Garcia dijo...

Acabo de dar con esto y he pensado que quizás te podía hacer gracia: http://ma.ttrubinste.in/?p=527